¡Bienvenida/o a mi espacio Coolinary!
Mi nombre es Núria, enfermera de profesión y a continuación te cuento sobre mí, mi historia y cómo he llegado hasta aquí.
Todo empezó hace 10 años cuando me diagnosticaron cáncer de mama, fue un golpe muy duro. Al principio me quedé descolocada y hundida. Por suerte reaccioné y mi único pensamiento era: “Tengo que luchar, tengo que curarme, primero por mis hijos y después porque todavía me queda mucho por descubrir, por aprender, por VIVIR”.
A partir de aquí mis fuerzas se centraron en la intervención primero y en los tratamientos de quimio y radioterapia después. Me sentía responsable de mi salud y esa responsabilidad hizo que buscara las diferentes opciones para conseguir lidiar con los efectos secundarios de los tratamientos a los que me estaban sometiendo. Mi único objetivo era sobrevivir lo mejor posible a esta “dura situación”. Además de la medicina tradicional busqué ayuda de un profesional de la oncología homeopática y también a través de mis propios recursos investigué para tener más información en libros, webs, blogs… tenía la necesidad de averiguar qué me podía ayudar, qué me perjudicaba y qué necesitaba para conseguir una vida más saludable.
Me sentía sola ante el mundo, aunque rodeada del cariño de mis hijos, de mi familia y de mis amigos. Ellos fueron mi apoyo incondicional y mucha suerte tuve con todos ellos. A partir de entonces empezó un camino de cambios en mi vida y el primero fue el de la alimentación. Pasé a una alimentación más saludable (reduciendo las proteínas animales, abandono de lácteos y azúcares por completo) aunque debo confesar que durante el tratamiento de quimioterapia mi cuerpo estaba tan alborotado, confundido y alterado que sólo comía lo que el cuerpo me pedía y aceptaba. Fue una experiencia muy dura. Recuerdo perfectamente que durante aquellas semanas aprendí a “gestionar mis energías” y a dedicarme en exclusiva a mí, no podía hacer nada más. Ahora desde la distancia puedo decir lo orgullosa que me siento y lo feliz que estoy habiendo aprendido a conocerme y a confiar mucho más en mi, a tener más claro lo que quería y como lo quería, en definitiva a crecer como persona. Siempre digo que aquella época de mi vida fue como hacer un “Máster acelerado de la vida”!!!
Termino por fin las sesiones de quimioterapia. Luego vinieron los tres minutos diarios de radioterapia durante un mes y justo unas semanas después, llegó otro cambio importante. Se cerraba una etapa de mi vida muy significativa y difícil y empezaba otra trasladándome a vivir a mi ciudad natal y dejando atrás el que había sido mi hogar durante más de 15 años. Estoy segura que este cambio fue fundamental para mi total recuperación. Mi pelo empezaba a crecer (este es un tema importante, pero ahora no entraré en ello para no alargarme). Empecé a practicar YOGA, a hacer largas caminatas por Barcelona y a asistir a un centro donde me enseñaron a MEDITAR.
Me atrevería a decir que ésta fue o es mi receta anticáncer:
Cambio a una alimentación basada en alimentos vegetales, frutas, legumbres, harinas y cereales integrales. Incorporo algas, setas, germinados, especies y alimentos fermentados.
Practico yoga, que aporta elasticidad y ligereza a mi cuerpo.
Aprendo a meditar, que equilibra mi mente.
El resultado de todo ello fue en definitiva, que mi cuerpo sentía mucha más energía, vitalidad, buenas digestiones (vital para mi), fuerza, limpieza y ligereza interior, y a partir de allí ya no hubo marcha atrás.
Empiezo a interesarme por la cocina anticáncer, vegetariana, vegana… asisto a talleres y cursos presenciales y online de alimentación macrobiótica, de cocina energética, de cocina vegana y cocina ayurvédica. También asisto a conferencias de nutrición integral, además de seguir blogs, webs y leer libros de nutrición, y poco a poco experimentando en la cocina voy elaborando un recetario personal.
No sabría muy bien como definirme, de hecho no me gustan las etiquetas, prefiero la flexibilidad (lección bien aprendida, vivo el día a día y sin auto-presionarme), por lo que acompañada siempre de mi intuición y conocimientos me nutro y como lo que creo que le va bien a mi cuerpo y me hace sentir enérgica y vital.
Siempre he sido “cocinillas”. Ya de muy joven empecé con recetas de bizcochos y tortillas de patatas, fueron mis primeras recetas en la cocina, siempre al lado de mi querida madre. Gracias a ella aprendí muchas recetas y me transmitió el cariño y afecto por el mundo de la cocina.